El primer trimestre del embarazo está caracterizado por notorios cambios que experimenta la futura mamá que se prepara para albergar a un nuevo ser en su cuerpo. La inestabilidad emocional y los altibajos que presenta son solo alguno de los síntomas por la revolución hormonal.
Así que a medida que el bebé crece en el vientre aparecerán pequeñas molestias asociadas con este proceso. Cada trimestre tiene las suyas, y unas surgen y otras se van. Algunos sencillos consejos resultan excelentes para aliviarlas.
Las náuseas
Se producen generalmente a primera hora de la mañana pero hay mujeres que la experimentan durante todo el día, y están asociadas con el aumento de las en el embarazo. Este síntoma viene acompañado en ocasiones de una incómoda sensación de tener exceso de saliva en la boca.
Lo más aconsejable para prevenirlas o calmarlas es tomar algo antes de levantarse de la cama, y los mejores alimentos son los sólidos ricos en hidratos, como cereales, galletas o pan. Incluso un poco de hielo pudiera ayudarte. Y no pases muchas horas sin comer.
Escucha lo que te pide tu cuerpo, come lo que te provoque siempre que sea saludable y frecuente. Si las sufres el resto del día, come menos pero más veces, evita las frituras y cocina con poca grasa.
Mareos y vahídos
Cuando te sientas así, recuéstate con la cabeza entre las rodillas o échate de espalda con las piernas hacia arriba. Huye del calor y los sofocos para evitar que tu tensión se desplome por completo.
Te recomendamos que cuando vayas a dormir lo hagas sobre el costado izquierdo, pues esta postura facilitará el flujo de sangre hacia los órganos, y cuando te levantes, no lo hagas de golpe. Siempre ten a la mano tentempiés en para mantener los niveles de azúcar en sangre.
Nariz tapada
Las hormonas propias del embarazo harán que la mucosa nasal esté más sensible, inflamada y sobre todo blanda. La sensación de tener la nariz tapada rara vez desaparece y resulta realmente incómoda.
Para combatirlo haz infusiones con agua hirviendo, también llamado “hidroterapia”. Recurre al suero fisiológico o sprays nasales recomendados por tu ginecólogo para destapar. Muchas prefieres acudir a nebulizadores nasales.
Micción frecuente
Es uno de los primeros signos. Las ganas de ir al baño aumentarán considerablemente a medida que crece el tamaño del útero. Para ello, solo asegúrate de no aguantar las ganas de ir al baño y bebe al menos dos litros de agua al día para que no retengas líquidos que te lleven a otras patologías.
El estreñimiento
A lo largo de estos meses vivirás un poco de estreñimiento porque el útero presiona el intestino. Lo mejor es que introduzcas alimentos en tu dieta que te ayuden a prevenirlo comiendo fibra, ensaladas y frutas. Por otro lado, caminar y beber mucha agua también son hábitos indispensables. Estas medidas bastan para prevenirlo o sobrellevarlo. Así evitarás futuros problemas como hemorroides.
Calambres
Aunque no se sabe con exactitud por qué se general los calambres en las piernas, la falta de calcio y de potasio, unido al cansancio y a la presión que el bebé ejerce en algunos nervios, se apuntan como posibles causas. Son muy molestos, pero puedes prevenirlos haciendo ejercicios antes de acostarte. Siéntate con las piernas estiradas y dibujar 20 círculos con la punta de los pies hacia ambos lados, luego flexiona los tobillos en dirección a la nariz.
Un buen masaje en la zona que te duele, ascendiendo desde el tobillo hasta la rodilla, te ayudará a relajar el músculo contraído.
Ardores en el estómago
El embarazo produce que el tránsito de los alimentos en el sistema digestivo sea más lento, por lo que el estómago se vacía más lento, esto, sumado a otros factores genera que los alimentos mezclados con los jugos gástricos vayan hacia el esófago y tengas reflujo y ardores de estómago. Comer bien y tomar agua es la medida más eficaz para prevenirlos y evitar las malas digestiones. Sigue además estas pautas:
– Fracciona las comidas a lo largo del día.
– No te acuestes inmediatamente después de haber comido.
– NO tomes antiácidos o bicarbonato mezclado con nada sin el consentimiento de tu médico tratante.
Tensión en las mamas
El aumento de la tensión en esta zona provocan cierta tirantez o dolor, además la areola se tornará más oscura y se te hincharán. Así que aplícate siempre cremas hidratantes, utiliza sostenes cómodos, sin armos y con tirantes anchos de algodón.
Siguiendo estos tips verás cómo esos síntomas molestos se hacen más llevaderos para permitirte disfrutar de tu embarazo de la mejor manera sin malestares incómodos que arruinen cualquier momento. Y por sobre todas las cosas… ¡Disfruta la experiencia!